Nuevos chispazos entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta por la interna del PRO

El ex presidente se opone a la postulación de la ex gobernadora en la Ciudad y advierte sobre las consecuencias de un triunfo electoral del Frente de Todos en Buenos Aires.


Por Martín Bravo para Clarín.

Mauricio Macri insiste con la candidatura de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires, aunque en la intimidad comparte la percepción mayoritaria sobre su decisión de no volver a presentarse en el principal distrito del país. De acuerdo con su mirada la inclinación de la ex gobernadora a regresar a la Ciudad como territorio político es un error y volverá a decírselo en un almuerzo previsto para la semana próxima, cuando termine su cuarentena por haber regresado de Estados Unidos. “Si ganan se acabó todo, van por la Procuración, por la Corte. Se termina la libertad y es game over”, lanza Macri advertencias de ese estilo a quienes lo visitan en sus oficinas de Olivos sobre un eventual triunfo del Frente de Todos en la provincia. El ex presidente dice que prefiere ser «optimista» y pensar en una victoria de Juntos por el Cambio, o al menos una derrota por pocos puntos que evite que el oficialismo controle la Cámara de Diputados. Para ese objetivo la coalición opositora no tiene mejor carta que Vidal, plantea en esta etapa clave de las definiciones electorales.

Eso mismo le plantea a Horacio Rodríguez Larreta en sus contactos frecuentes, aunque no consiguen ponerse de acuerdo. El jefe de Gobierno porteño argumenta que «no maneja» a Vidal, como para ordenarle una candidatura en la provincia ni cerrarle el paso a la Capital. Macri lo acepta a medias: “En Macondo ella conmovió en 2017. Ahora no quiere, pero entonces él le abre la puerta en la Ciudad”. La caracterización de Buenos Aires como el pueblo de las novelas de Gabriel García Márquez la tomó hace años de una charla con José Manuel De la Sota.

Macri asegura que no tomó como algo personal la cena el lunes de Rodríguez Larreta con Diego Santilli -el elegido del jefe de Gobierno para la provincia- y un grupo de intendentes bonaerenses del PRO, pese a haber funcionado como un avance del posicionamiento del vice porteño para contrarrestar la resistencia de Jorge Macri a su postulación. “Si eso es verdad, si no sostienen lo que planteaban, el grupo Dorrego era un ficción”, marcó el ex presidente en alusión a la exigencia del grupo de jefes comunales para tomar las decisiones electorales en la provincia. La cena fue un paso para aceptar a Santilli, aunque con la condición de que no incidiría en el armado de las listas hacia abajo.

Al día siguiente de ese encuentro en Valentín Alsina, recién llegada Vidal al país y en la previa una nueva reunión de la mesa de Juntos por el Cambio, Macri salió a marcarle la cancha a Rodríguez Larreta. “Horacio está muy bien posicionado como candidato a presidente para 2023, pero hoy se juega el 2021. El tiene la responsabilidad como jefe de la Capital de lograr, en lo posible, generar un consenso para evitar una PASO”, dijo a radio Rivadavia. En esa aparición pública insistió con la postulación de Vidal en la provincia (“puede hacer una enorme diferencia”) y descartó competir en la Ciudad: “Jamás debería ser necesario algo así”.

El “consenso” exigido por Macri no parece sencillo de alcanzar. Del mismo modo que Rodríguez Larreta argumenta que Vidal “no le responde”, Macri lo plantea sobre Bullrich. Para fundamentarlo dice que tampoco lo hacía cuando él era presidente y ella ministra de Seguridad: “Yo no la bajo ni la empujo”. A esta altura Rodríguez Larreta quedaría debilitado si acepta su candidatura en el tope de la boleta. Lo planteó la propia Vidal, que preferiría evitar una competencia en las PASO: como jefe de Gobierno tiene que poder elegir al primer postulante en el distrito, como sucede con los gobernadores radicales en Mendoza, Jujuy y Corrientes. De lo contrario sería un paso en falso en la disputa por el liderazgo del espacio y su proyecto presidencial.

Con su mirada alarmante sobre la perspectiva de un triunfo del Frente de Todos, Macri rechaza adelantar la disputa con la perspectiva en 2023. “Hay quienes piensan que hay que matar al antecesor para poder crecer, de eso no me voy a hacer cargo. Si gana Cristina, el 2023 no existe”, insiste sobre otro punto de divergencia con Rodríguez Larreta: “Este año hay que ganar. Van a estallar el país. La responsabilidad primaria de acordar candidatos de consenso es de Horacio, por ser el jefe del distrito”.

Ante el escenario trabado y la posibilidad de una competencia en las PASO, en ese caso el objetivo será alcanzar un compromiso de una “campaña constructiva y lo más civilizada posible”, una premisa sin certeza de cumplimiento con la tensión en aumento.

La intención de Macri de postergar los movimientos con la mirada en 2023 apunta también a que Santilli no concrete este año su desembarco en la provincia. Para los ex funcionarios que lo acompañan en ese caso quedaría más cerca una salida al conflicto, porque tampoco se presentaría Jorge Macri y el PRO buscaría instalar otro candidato acordado entre ambos sectores.

La irrupción de Facundo Manes como posible postulante del radicalismo sumó otro factor a la interna. El neurocientífico podría tener el apoyo de la parte del PRO enfrentado a Santilli. “La PASO natural es entre los primos”, desaconseja Macri esa eventual división del espacio propio en territorio bonaerense. Hace unas semanas el ex presidente le había aconsejado a Manes competir en las primarias porque en caso de una victoria potenciaría sus aspiraciones presidenciales. En ese momento tenía mayores expectativas de que Vidal fuera la candidata del PRO. Ahora compara el recorrido del médico con el suyo, a la vez que le anticipa el desafío con lenguaje futbolero: “Ojo que tiene que superar el síndrome de que el mejor 9 es el que está en el banco”.

Macri irá este miércoles a la reunión de la mesa nacional de Juntos por el Cambio. Con formato presencial, en Palermo, los asistentes harán el intento de que las piezas empiecen a encajar.

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